Buscar este blog

sábado, 26 de abril de 2014

¿ABRIL DEL 2002? ¡MÁS NUNCA EN VENEZUELA!


“ . . . El dilema ya teorizado por Maquiavelo ¿Cómo actuar frente a la violencia de los partidos Ancien Régimen? Lo que hoy denominaríamos como la violencia reaccionaria y que no sólo es violencia física sino también el chantaje económico, el terrorismo mediático y el amedrentamiento de los opositores. Ante la reacción violenta de quienes se sienten ofendidos porque se les despoja de sus privilegios, riquezas y poder. ¿Qué debe hacer el gobierno? ¿Ofrecer cristianamente la otra mejilla y abandonar el proyecto de una nue-va sociedad? . . .” he allí fragmentos de la intervención de Atilio Boron en la Habana en el año 2006.
Es evidente que la situación actual de Venezuela no corresponde a una mera casualidad o un simple levantamiento motivado por el descontento de un pueblo, bien refería Atilio Boron en su discurso en La Habana en el 2006 el dilema expuesto por Maquiavelo, mismo dilema que vivimos en nuestra amada patria por es-tos últimos meses.
Próximo a cumplir 12 años del aquel nefasto golpe de estado propiciado por la burguesía venezolana que se sentía despojada de todos sus privilegios y en medio de la ausencia física de nuestro eterno comandante Hugo Chávez (más vivo que nunca en espíritu y legado), la oposición reaccionaria de Venezuela intenta sembrar inestabilidad en nuestro país, buscando recrear las condiciones del abril de 2002 para derrocar al gobierno legítimo de nuestro presidente Nicolás Maduro.
El contexto: aplicar las “recetas” expuesta en el manual de Golpe Suave de Gene Sharp. Basando su estrategia en dos escenarios (nacional e internacional) trabajados desde distintos planos, pero con un fin último; lograr a toda costa la dirección administrativa del estado (el poder no podrían tenerlo) y con ello legitimar los privilegios perdidos con la irrupción de la revolución al poder.

En el plano internacional:
Tal vez en décadas anteriores la campaña mediática llevada por la extrema derecha hacia las instituciones internacionales serían motivos suficientes para la intervención de la potencia occidental en nuestro país. El atroz terrorismo mediático de los grandes aparatos comunicacionales entregados al capital internacional, ha dibujado en el mundo a Venezuela como un estado de terror y represión, suponiendo una crisis irreversible en cuestiones de derechos humanos y posición económica.
Las recetas aplicadas en Libia, Egipto, actualmente Siria, entre otras naciones soberanas, nos alertan a emplear especial atención a la dinámica imperial que no descansa ni descansará hasta recuperar la hegemonía en Latinoamérica, nombrada en un pasado como su patio trasero.
Es distante la realidad percibida por los habitantes de los países hermanos (pude constatarla días atrás en Panamá) con la realidad existente en Venezuela, las grandes transnacionales de la comunicación, o mal comunicación han logrado con un insistente bombardeo de mentiras y difamaciones, montar un país inexistente ante la opinión internacional (pueblos hermanos). Es la profética visión del comandante Chávez la que hoy mantiene a Venezuela como un estado sólido en el continente y el mundo, iniciativa como TELESUR, entre otras, han contribuido al desmontaje constante de las Barbaries expresadas acerca del proceder del gobierno Venezolano.
La paciencia infinita del presidente Nicolás Maduro, así como su entera disposición hacia la convivencia pacífica de todos los venezolanos es otro factor presente en las sólidas relaciones de Venezuela con las potencias del mundo (China, Rusia), así como la consolidación del bloque Suramericano como nación de progreso y soberanía.
A diferencia del 2002, Venezuela ha afianzado fuertes lazos de amistad, hermandad y respeto con potencias consolidadas y crecientes en el mundo, lo que se vio reflejado en la aplastante derrota que se le propició al imperio norteamericano en la pasada sesión de la OEA. Se pudo constatar que a pesar de la titánica campaña mediática manejada contra Venezuela existe una realidad indiscutible, conocida abiertamente por los representante políticos de las naciones hermana (aunque mucho de los habitantes de los pueblos hermanos estén engañados).
Lo que nos permite concluir que a pesar de la inmensa guerra mediática en contra de nuestra patria, hay una verdad que flota entre la conciencia de quienes dirigen las instituciones internacionales y no es más que Venezuela es un estado netamente democrático donde cada quien expresa con libertad sus puntos de vista, donde existe un presidente democrático, electo mayoritariamente por el pueblo venezolano, totalmente legítimo y que vela por el bienestar de su pueblo sobre cualquier pensamiento político.
Pensar en un golpe de estado con apoyo internacional sería algo descabellado (excepto Estados Unidos, que insiste en acabar con la revolución bolivariana) por la oposición venezolana, la posición de Venezuela ante los organismos internacionales y dirigentes políticos de las diversas naciones se hacen cada más sólidas.

En el plano nacional:
La ambición opositora por hacerse nuevamente de los privilegios y comodidades vividas durante años de gobiernos capitalistas, les hace apostar ciegamente por la salida de nuestro presidente constitucional, Nicolás Maduro, con la experiencia de un 2002 fatídico para sus ambiciones, han decidido emprender desde su estatus quo la mayor de las guerras económicas, una serie de acciones vandálicas y un desconocimiento completo de las leyes venezolana. Desglosemos:
Desde mediados de febrero dieron inicio en la capital de la república una serie de acciones vandálicas que comenzaban a mostrar las intenciones de quienes dirigían esas concentraciones, una juventud engañada que sale a la calle a defender el interés de los marioneteros que los manejaban a placer, crearon caos; destrozaron insta-laciones públicas y se aposentaron en la zona este de la gran Caracas, recordándonos aquella colérica concen-tración en la plaza Altamira en el 2002.

Era y siguen siendo evidentes los objetivos que persiguen los líderes (si podemos llamarlos así) oposi-tores, llegar a la presidencia del país a cualquier precio, dejando hasta ahora esas desenfrenadas acciones, saldo de más de dos decenas de muertos y centenares de heridos. Dando una muestra inequívoca de los principios neoliberales que pretenden imponer, donde el capital, las comodidades, el lucro individual tiene mayor valor que el colectivo, que el bienestar social, que el bienestar del pueblo.
Todas estas acciones sustentadas en una supuesta falta de libertad de expresión, que tal vez debería ser una excesiva libertad de expresión; cuyo máximo descaro se refleja en los medios de comunicación privados, que irónicamente publican titulares como “no hay libertad de expresión” y entonces; ¿dónde está el réééééégimen?

Guerra económica:
Indiscutiblemente el pueblo revolucionario ha mostrado un civismo y una conciencia de otro nivel, a pesar de toda la ola de especulaciones puesta en marcha por la burguesía venezolana (son ellos quienes manejan las empresas privadas) se ha mantenido leal al legado de nuestro comandante, fiel a este proceso revolucionario y lo importante, totalmente claro de quienes intentan manipularlos.
Traigo a colación esto porque indiscutiblemente esta ha sido la guerra económica más brutal en la historia de Venezuela (mayor que la puesta en marcha, pór los banqueros contra Cipriano Castro) por parte del sector privado. Quienes pretenden o ansían el poder definitivamente han direccionado la violencia no sólo en el ámbito físico (ver resultados de las guarimbas) sino también en el ámbito económico, donde con mayor ahínco acumulan tiempo jugando el con él bienestar del venezolano.
Márgenes de ganancias hasta del 1000% se ha vuelto cotidiano por el empresario privado en Venezuela, con menos ventas obtienen mayores ganancias lo que produce renta para su capital, produce escasez y penumbra para el pueblo. Lo curioso del caso: el empresario privado es quien financia los actos vandálicos para luego quejarse públicamente de un supuesto ahogo presupuestario.
¡Cosas no! La guerra económica les alcanza para asegurar su capital, financiar las acciones vandálicas, visitar ciudades en el extranjero y volver hechos víctimas a Venezuela.
En materia de productos de primera necesidad la situación se hace más grave, es tal el negocio, que pagar sueldos a quienes hacen colas para adquirir productos se ha vuelto un comercio rentable, sería interesante revisar el aumento exponencial que ha vivido el consumo por parte de los venezolanos. Es tal, que me atrevo a decir que mantener abastecido los anaqueles de los supermercados venezolanos es tarea imposible, por más que el gobierno entregue su esfuerzo por adquirir miles y miles de toneladas de alimentos no saciará la cultura consumista que le han impuesto al pueblo venezolano. Lo que deja como resultado un mecanismo que inocentiza al capitalismo y lo libera de cualquier responsabilidad en producción de escasez.
Desde aquí podemos evidenciar el objetivo claro de la burguesía venezolana, sembrar inestabilidad en el pueblo venezolano, sin poner en riesgo el capital que les acompaña, hasta ahora le es rentable, crean zozobra, obtienen ganancia y se presentan como víctimas ante la opinión pública.
De allí que no le ha tocado fácil al presidente Nicolás Maduro, quien ha sabido descifrar y desmontar toda esta guerra económica, a la violencia la atiende con llamados a la paz, al dólar paralelo con sicad II, al desabastecimiento, creando conciencia con la regulación de los productos a adquirir en los comercios del estado, al odio con amor, y para una oposición que intenta reproducir el abril del 2002, una revolución bolivariana que aprendió a defender este proceso con la vida de ser necesario.

No hay evidencia alguna de que clase dominante o alianza de clase dominante alguna haya renunciado por su voluntad al poder, a los privilegios, a sus comodidades, una vez puesto en marcha algún proceso de transformación social, soñar con que una clase que dominó por tiempo el poder en el país en un acto de gran-deza va expresar que ha sido derrotado y se va a alejar de todo lo que tenía, es una utopía. Ellos seguirán tras lo que perdieron y nosotros seguiremos defendiendo todo el espacio ganado.

¿UN ABRIL DEL 2002? MÁS NUNCA EN VENEZUELA!

¡ Por una patria de iguales, por la reivindicación del ser, del individuo.
Por un legado que nunca morirá. . . !

“...ninguna toma del poder es concebible sin una densa y sistemática construcción (desde abajo), basada en la movilización y la lucha de fuerza y movimientos populares de todo tipo y articulada en una organización política capaz de sintetizar la complejidad y los particularismo del amplio conglomerado de los rebeldes…”
Atilio Boron


Prof. Luis Martínez, Punta de Mata, estado Monagas, Venezuela abril 2014

Exposición de Ensayos realizado en la Universidad Politécnica Territorial del Norte de Monagas "Ludovico Silva" Sede Punta de Mata

No hay comentarios:

Publicar un comentario